No es nada desatinado afirmar que los calentadores industriales hidrónicos son la mejor opción para cualquier negocio. Muchos consideran lo contrario por el simple hecho de que cuestan más que los sistemas de aire forzado, no obstante, proporcionan más ventajas siempre y cuando se instalen adecuadamente. A continuación, enlistaremos algunas razones por las que deberían instalar un ejemplar en su negocio para garantizar condiciones óptimas de operación y producción.
Zonificación
Los calentadores industriales hidrónicos permiten regular la temperatura de zonificación en el entorno, además controlarla a través del uso de varias zonas, lo que deriva en notables ahorros para los usuarios. En cambio, los calentadores de aire forzada no incluyen esta opción.
Comodidad
La calefacción hidrónica es una excelente inversión, ya que es el sistema más confortable en la actualidad. Esto se debe a que, si el sistema radiante se instala y configura bien, evita la presencia de corrientes de aire frío, o sótanos fríos o calientes. Además, destacan porque generan calor en todas partes, lo que es ideal en algunas temporadas, por ejemplo, la que hay entre noviembre y febrero, que es la más fría en el centro del país.
Entornos saludables
Los sistemas de aire forzado tradicionales se desplazan alrededor de alérgenos y polvo, que son muy comunes en algunos talleres y que no son convenientes si hay alguna persona con problemas respiratorios entre el personal. Por otra parte, la instalación de un sistema radiante beneficiará considerablemente a las personas con problemas, como el asma.
La calefacción hidrónica es un método que calienta las instalaciones con agua, es decir, funge como un calentador de líquido, por tal motivo, el calor proporcionado no conlleva problemas respiratorios, además proporciona un entorno más saludable.
Eficiencia
Cuando se trata de eficiencia, los sistemas de aire forzado no superan a los de calentamiento hidrónico. Incluso, cualquier caldera hidrónica de eficiencia mediana es más competitiva que el horno de mayor eficiencia. Los costos iniciales son mayores, aunque vale la pena la inversión por los ahorros que proporciona a largo plazo.
El calor hidrónico también es más eficiente que la convección forzada por varias razones, como la capacidad del agua de retener más calor que el aire. El último, tan pronto como se calienta, se enfría, por lo que el horno se activa y desactiva de forma constante y durante todo el día, lo que no sucede con el sistema de caldera.
Humedad
Los sistemas de aire forzado convencionales generan suficiente calor, pero, para ello, secan el aire, lo que no es conveniente para algunos procesos, donde se requieren ciertos porcentajes de humedad relativa. La situación se complica durante el invierno, por lo que deben adquirirse equipos adicionales para compensar, como el humidificador ultrasónico-. En cambio, los sistemas hidrónicos no resecan, lo que es conveniente en entornos donde se necesita cierto nivel de calor y humedad.
Calentamiento por suelo radiante
Contar con un piso cálido en las distintas habitaciones del negocio es reconfortante y hace que directivos y personal se sientan bien y comiencen operaciones con el pie derecho. Si tienen un sistema de aire forzado y lo remplazan por calentadores industriales hidrónicos, comprobarán por qué cada vez más dueños de negocios los prefieren.
Sin emisiones de ruidos
Con una caldera hidrónica podrán gozar de una calefacción segura, cómoda y silenciosa, además permite diseños flexibles, lo que ahorra mucho espacio, algo crucial para pequeños talleres con necesidades de calentamiento. Al usarla, no notarán ruidos de borrador o de unidades que golpean de forma constante.
Versatilidad
A diferencia del sistema de aire convencional, los de calefacción radiante con caldera y sistema hidrónico son muy versátiles y proporcionan múltiples opciones. Permiten zonificar sus instalaciones o añadir radiadores, sistemas de deshielo, entre otros elementos que no admite un horno convencional.
Fusión de nieve
Si operan en un sitio donde el frío es constante, por ejemplo, en las montañas, pueden añadir una opción de calefacción o deshielo al sistema radiante, lo que no permite un horno convencional. Por medio de los controles del sistema hidrónico es posible elegir las líneas de aplicación de producto más convenientes para sus requerimientos.
Además, los controles estándar calculan la más baja temperatura de fusión durante el monitoreo de las condiciones reales. La nieve no es algo común en nuestro país, solo en algunos lugares, por ejemplo, en el norte; sin embargo, creemos que es pertinente considerar este beneficio, en caso de que pasen por una situación similar.
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