Filtros para albercas

Una alberca en casa es uno de los mejores lujos de la vida moderna. Nadar es muy beneficioso para nuestro cuerpo, además de ser muy entretenido. Sin embargo, las albercas que vemos en casas o en clubes deportivos necesitan de todo un sistema de filtración para poder mantenerse en buenas condiciones para su uso.

Un sistema de filtración se compone por varios elementos entre los cuales están tuberías, canastas skimmer, motor, bomba o impulsor, válvula y, por supuesto, filtro. Los filtros para albercas son componentes esenciales de cualquier sistema de filtración para piscinas, pues se encargan de retener y eliminar las partículas y sedimentos presentes en el agua, manteniéndola limpia y clara para su uso.

Antes de que el agua llegue al filtro, pasa por un tipo de prefiltro contenido en la bomba que se encarga de retener todo tipo de desechos grandes y medianos que podrían obstruir el sistema, desechos como hojas, piedras, insectos, etc. Entonces, la función principal del filtro es eliminar las impurezas restantes del agua, incluyendo polvo, suciedad, algas y otros desechos pequeños, para de ahí regresar el agua limpia a la alberca.

Diferentes tipos de filtros

Existen varios tipos de filtros para albercas, siendo los más comunes los siguientes:

Filtro de arena

Este tipo de filtro utiliza una capa de arena como medio filtrante. El agua de la piscina se hace pasar a través de la arena, y las partículas más grandes quedan atrapadas en los intersticios entre los granos de arena. Con el tiempo, la acumulación de suciedad en la capa de arena reduce la eficiencia del filtro, por lo que es necesario realizar un proceso de “retrolavado” para eliminar las partículas atrapadas y reacondicionar la arena.

Filtro de diatomeas

Estos filtros utilizan tierra de diatomeas, un polvo extremadamente fino derivado de los fósiles de organismos marinos, como medio filtrante. La ventaja de la tierra de diatomeas es que forma una especie de malla muy fina que atrapa incluso las partículas más pequeñas. Este tipo de filtro ofrece una filtración más precisa y eficiente, lo que produce un agua muy clara y cristalina. Al igual que el filtro de arena, también requiere un proceso de retrolavado periódico para eliminar la suciedad acumulada.

Filtro de cartucho

Este filtro utiliza cartuchos de papel o tejido sintético como medio filtrante. El agua pasa a través de los pliegues del cartucho, donde las partículas son atrapadas en la superficie o en el interior del material del cartucho. Cuando el cartucho está saturado de suciedad, se retira y se reemplaza por uno nuevo. Este tipo de filtro es más fácil de mantener, pero generalmente requiere una limpieza o reemplazo más frecuente en comparación con los filtros de arena o de diatomeas.

Pero, independientemente del tipo de filtro, todos los sistemas funcionan mediante el mismo principio básico: el agua de la piscina es forzada a pasar a través del medio filtrante, y durante este proceso, las partículas presentes en el agua quedan atrapadas en el medio, permitiendo que el agua filtrada regrese a la piscina.

Recomendaciones de uso y mantenimiento

Cada filtro contiene en su exterior una válvula con opciones que regulan lo que el sistema de filtrado puede hacer dependiendo de la operación que se requiera hacer en diferentes momentos. Desde el filtro salen 3 tuberías con llaves, una conecta la bomba con el filtro, otra conecta el filtro con la piscina y otra conecta el filtro con el desagüe.

La válvula se utiliza para ajustar la circulación del agua dirigiéndola hacia diferentes tuberías según sea el caso. Generalmente la válvula selectora tiene opciones de funcionamiento distintas que hacen que el agua siga un recorrido específico, entre ellas están:

• Filtración 🡪 piscina – bomba – filtro – piscina.
• Recirculación 🡪 piscina – bomba – piscina.
• Lavado 🡪 piscina – bomba – filtro – desagüe.
• Vaciado 🡪 piscina – bomba – desagüe.
• Cerrado 🡪 Todos los caminos cerrado. Cuando está en esta opción no se debe encender la bomba.

El mantenimiento adecuado del filtro es esencial para asegurar un rendimiento óptimo y una calidad de agua adecuada para nosotros. Esto incluye realizar el retrolavado (en el caso de filtros de arena o de diatomeas) y la limpieza o reemplazo de los cartuchos (en el caso de filtros de cartucho) según las recomendaciones del fabricante y la cantidad de uso de la piscina, así como factores externos como el clima y el entorno circundante.

Mantener un filtro limpio y eficiente ayudará a mantener el agua de la piscina en condiciones óptimas para su uso y reducirá la necesidad de productos químicos para el tratamiento del agua.