Evitar daños en tanques y acumuladores con vitrificados y materiales inoxidables
La aparición de acidez en el agua de caldera, comprometerá de manera importante a los elementos de esta, como los acumuladores de agua caliente sanitaria. Esto obviamente se regula con la adición de pH para neutralizar dicha acidez. Y asimismo, es esencial el chequeo constante del grado de dureza del líquido, presencia de CO2 y compuestos metálicos en general, para que no aparezcan sedimentaciones que impliquen paros técnicos costosos.
Dependiendo de las características del agua en el sistema de boiler, es como se podrán elegir los mejores materiales anticorrosivos. El agua puede ser dura, blanda y semi-blanda; con base en ello, se tendrán que elegir los materiales más adecuados para la red de caldeo. En ese sentido, los materiales más usados y de confianza, de acuerdo a las características de los líquidos, serían el cobre, vitrificado y acero inoxidable. Solo haciéndolo de la forma correcta, es como los sistemas de calderas, funcionarán mejor, y se podrá anticipar a posibles desperfectos.
Si bien el cobre es uno de los mejores materiales para implementar en los componentes metálicos del boiler, también hay que saber sus reacciones ante la operatividad del caldeo, como repentina aparición de cloruros, derivados de una transformación en la dureza del agua. Es trascendental que el técnico a cargo de las aleaciones de protección, tome en cuenta la interacción del cobre o acero, con respecto a las propiedades de los líquidos en ebullición. El cobre es excelente como anticorrosivo en un complejo industrial de caldeamiento, o también en la generación de agua caliente sanitaria en comercios o viviendas; solo hay que checar los detalles antes mencionados.
Por otro lado, existen materiales de protección niquelados que son empleados en la industria, sin embargo, los expertos no recomiendan mucho su utilización porque se han visto envueltos en problemas de corrosividad, por la falta de elementos esenciales para los recubrimientos del boiler, como nitrógeno y el mismo cobre; de recurrir al níquel, es fundamental ver la manera cómo se combinaría con otros materiales más eficaces.
El acero inoxidable como recubrimiento anticorrosión es muy acudido, cuyos trabajos de soldadura requieren de mucho cuidado y planeación, para evitar lo más posible, las picaduras en tuberías y otros componentes metálicos, además, contiene un alto porcentaje de cromo, que ayuda a una protección avanzada. Quizás los inconvenientes de aplicar un acero inoxidable como única aleación en un sistema de calderas, es que cuando se presenten daños metálicos o fugas, el proceso de volver a soldar, resultaría con complicaciones al momento de aplicar correctamente las placas de acero, en los lugares donde se presenten las fallas, teniendo que llegar a remover secciones enteras para un reemplazo más ideal, con costos no previstos en el presupuesto. Es aquí donde las revisiones sistemáticas diarias, semanales y mensuales en todas las secciones del sistema de calentadores de agua, resulta esencial en todos sentidos.
La opción de vitrificado solo debería implementarse para pequeños complejos de calentadores de agua, porque en áreas industrializadas, donde se trabajan con otras presiones y temperaturas muy altas, podría representar un problema para esta clase de recubrimiento. Estas protecciones para los tanques, se basan en capas niqueladas y en capas vitrificadas, siendo muy buenas para efectos corrosivos. Aun así, se suelen presentar problemas, como vidrio adherido al tanque y procesos complicados en el comportamiento del agua, con filtraciones que llevarían de manera un tanto irónica, a la corrosión de los componentes del boiler. Tal vez lo mejor sea poner ánodos de magnesio para protección de los otros materiales, teniendo cuidado de que los cloruros de magnesio no sean una constante amenaza para los calentadores de agua. Si además se nota una presencia sulfúrica en la red, entonces también habrá que considera a los ánodos de zinc.