Generalmente el ser humano tiene un alto umbral de resistencia a virus y bacterias que pululan en interiores, como en la misma casa y en la oficina. Después de todo, en el cuerpo, se encuentran bacterias positivas o benignas, que precisamente se encargan de eliminar a aquellas bacterias que suelen atentar contra la salud. Sin embargo, hay personas que son más susceptibles que otras, y que su percepción de contaminación por microorganismos dañinos se magnifica.
Para propiciar las condiciones ideales ambientales en el trabajo o en la casa, es imperativo que contantemente exista una sanitización en esos lugares, sobre todo aquellos que cuentan con mucha afluencia de personas, y en aquellas donde viven personas sensibles, como niños pequeños y adultos mayores.
Entonces, ¿qué hacer? Simple y sencillamente, hay que tener una higiene en todos sentidos. Desde la básica, con lavado de manos y uso de gel desinfectante. Limpieza de todas las áreas, cuartos, cubículos, etc., e incluso, una limpieza profunda, con uso de aparatos y desinfectantes especiales. Asimismo, tener un nebulizador para uso periódico, ya está siendo una necesidad básica en todos sentidos.
Para lograr una desinfección por medio de limpieza profunda, se recomienda emplear la nebulización para sanitizar puntos de ventilación natural y mecánica. Es normal que estas áreas se descuiden demasiado, por la poca atención que reciben por parte de los encargados de mantenimiento de edificios e incluso las mismas autoridades gubernamentales.
En ductos y salidas de ventilación, suele haber una acumulación de polvo y microorganismos muy dañinos para la gente. La limpieza debe hacerse con constancia en estos puntos, porque la dispersión de virus y bacterias en el peor de los casos, llega a cubrir grandes áreas, afectando a todos, pero donde lo sufren más aquellas personas sensibles a la más mínima mota de polvo.
Si se quiere proteger a la familia, así como la integridad de los trabajadores en un complejo de oficinas y nave industrial, entonces la sanitización y el buen uso de climatización son la clave para mantener un ambiente sano. En ese sentido, los nebulizadores industriales o domésticos, se están convirtiendo en un excelente aliado para la limpieza profunda de viviendas y lugares de trabajo.
Globalmente se estima que se pueden llegar a desarrollar alergias laborales en una cantidad de 10,000 nuevos casos anuales; los síntomas pueden ser leves o agravados, dependiendo de la exposición y la persona en cuestión. La integridad de cada colaborador es esencial para equipos empresariales, y se les debe de proteger como tal. Es normal que sea un riesgo potencial para las personas, llegar a desarrollar una especie de alergia por estar constantemente rodeadas de suciedad y polvo, sobre todo en los establecimientos que le dan muy poca importancia a la higiene. Es preponderante que la sanitización a través de nebulización, se haga en todos los puntos de un lugar cerrado.
Las alergias laborales son esas que se desarrollan en entornos de trabajo de cualquier tipo, y las más comunes tienen que ver con condiciones asmáticas y dermatosis. El sistema inmune de las personas alérgenas reaccionan de manera exagerada y hasta a veces dolorosa, por la respiración de sustancias nocivas; en algunos casos, basta con que se expongan a periodos cortos de tiempo.
Eso quiere decir que los síntomas se van incrementando conforme esas personas pasan más tiempo en dichos espacios de trabajo. En el mejor de los casos, la gente sensible de sus vías respiratorias y dermis, suelen aliviar esos síntomas con el descanso apropiado en sus días inhábiles o en el fin de semana. Lo malo, es que si la exposición a contaminantes nocivos se vuelve de manera continuada, entonces es posible que ni en días de descanso, tales síntomas puedan mejorar, porque prácticamente las condiciones alérgicas se estarían transformando en algo crónico.
La limpieza y sanitización con desinfectantes y uso de nebulizadores, puede hacer la diferencia, y propiciar en el hogar y oficina el aire respirable y sano que se precisa todos los días.