Un aliado esencial en la conservación de producto, para ahorrar costos en desperdicio de material y ganar más dinero en la industria del papel, radica definitivamente en el uso de sistemas desecantes caseros o industriales, para formar parte integral de un sistema de climatización, ya sea integrada realmente al sistema, o por módulos separados.
Los almacenes de papel son entornos cruciales, en la preservación de la integridad de documentos y productos de papel relevantes, ya sea a un nivel público o privado. Sin embargo, estos espacios pueden enfrentar desafíos significativos debido a la humedad excesiva, lo que puede comprometer la calidad y durabilidad del papel almacenado. Aquí es donde entra en juego un dispositivo clave: el deshumidificador para almacenes de papel.
Un sistema para deshumidificar, es un equipo diseñado para reducir la humedad relativa en un entorno determinado. En el caso de los almacenes de papel, estos dispositivos se vuelven esenciales para mantener una humedad óptima, y evitar daños por exceso de humedad. Al controlar los niveles de humedad en el almacén, los desecantes protegen los documentos y productos de papel de factores como el moho, la degradación, la decoloración y la deformación.
La principal diferencia entre un deshumidificador y otros dispositivos de climatización, como aires acondicionados o ventiladores, radica en su función específica. Mientras que aires acondicionados y ventiladores pueden ayudar a reducir la temperatura en un espacio, no están diseñados para controlar directamente los niveles de humedad. Los mecanismos desecantes, por otro lado, están configurados exclusivamente para extraer la humedad del aire y mantenerla en niveles óptimos.
En un almacén de papel, la humedad puede provenir de diversas fuentes, como el clima exterior, fugas de agua o incluso la respiración humana. El exceso de humedad en el aire puede conducir rápidamente a problemas graves, como la aparición de moho y la proliferación de bacterias. Estos problemas no sólo afectan la apariencia estética de los documentos y productos de papel, sino que también pueden comprometer su integridad y legibilidad.
Los deshumidificadores para almacenes de papel operan mediante la extracción de la humedad del aire, y la posterior condensación y eliminación del agua resultante. Esto se logra a través de un proceso de refrigeración o desecación. Al reducir la humedad relativa a niveles óptimos, generalmente entre el 40% y el 50%, los desecantes garantizan un ambiente seco y seguro, para los materiales de papel almacenados.
Al elegir un deshumidificador para un almacén de papel, es importante considerar varios factores. En primer lugar, se debe calcular el tamaño del almacén, así como determinar la capacidad de deshumidificación necesaria. Además, es esencial considerar la eficiencia energética del dispositivo, ya que los almacenes de papel suelen requerir un funcionamiento continuo. Otros aspectos a considerar, incluyen la facilidad de mantenimiento, las características de control de humedad y la durabilidad del equipo.
Es importante destacar que los sistemas de deshumidificación para almacenes de papel, no sólo son útiles para la preservación de documentos y productos de papel, sino que también suelen ser beneficiosos para la salud de las personas que trabajan en estos espacios. La humedad excesiva puede promover el crecimiento de ácaros y otros alérgenos, lo que lleva a desencadenar problemas respiratorios y alergias en los ocupantes de las bodegas.
Los mecanismos para deshumidificar, son dispositivos esenciales para mantener la calidad y durabilidad de los documentos, así como los productos de papel almacenados en almacenes. Al controlar los niveles de humedad relativa, estos equipos previenen problemas como el moho, la degradación y la deformación del papel.
A diferencia de otros dispositivos de climatización, los desecantes están diseñados específicamente para extraer la humedad del aire, convirtiéndolos en aliados indispensables para la conservación, especialmente en entornos de almacenamiento de papel. Si se selecciona un sistema adecuado, se logrará garantizar un ambiente seco y seguro, promoviendo la preservación a largo plazo, de los documentos y productos de papel almacenados en bodegas.