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Nebulizadores

Los nebulizadores son aparatos que sirven para transformar un líquido en pequeñas partículas o gotas, que adquieren una densidad tan baja que son capaces de perder peso y esto las hace flotar en el aire, tal es el efecto de nube o nebulización, también llamado ablución. La baja densidad les permite a estas micro gotas viajar de una forma más rápida y controlada en relación con las cantidades que se pretende suministrar de dicho líquido. Hay quienes asumen que la transformación que produce este tipo de equipos es un vapor, pero en realidad no es así: lo que hace es que por medio de presión empuja el líquido por una cavidad que reduce de forma extrema su densidad y en realidad sólo lo convierte en micro gotas.

Estos aparatos están constituidos específicamente por una cámara en la que se almacena el líquido y por un motor que genera presión al vacío. Tienen una cavidad con un filtro por la que ingresa aire, que hará la función de transmitir la presión que el motor ejerce en él, presión provocada por un vacío que genera una membrana que oscila en altas frecuencias dentro de la cámara de compresión. Después de que el aire pasa por la cámara de vacío, es expulsado hacia un orificio en el que estará conectado el aplicador o tubo de distribución. Al salir el aire a presión de la cámara, provoca agitación del líquido y esta es la razón por la cual el líquido comienza a revolverse y convertirse en pequeñas gotas, las que se precipitan de tal manera que poco a poco van obteniendo el tamaño adecuado para poder ser expulsadas por la cavidad que las lleva a la mascarilla o pipeta para su inhalación.

Existen nebulizadores para diferentes finalidades, no todos tienen mascarilla de inhalación o pipeta para su aplicación, también los hay con un dispersor ambiental el cual permite expandir dichas micro gotas en el ambiente para algunos usos industriales y en la bioquímica. Dentro de los diferentes usos existen también los de aplicación industrial y comercial que se están usando en la industria cosmetológica.

Lo que acabamos de describir es la manera en que se generan las nebulizaciones en un aparato de tipo neumático o de compresor. Cabe mencionar que no es el único tipo de nebulizador que existe hoy en día y aunque los neumáticos siguen siendo los más utilizados, los de tipo ultrasónico han ganado terreno en el mercado gracias a que genera un rocío mucho más fino. Los nebulizadores ultrasónicos funcionan mediante un circuito oscilador de potencia que transmite energía a un dispositivo de cristal cerámico, elemento responsable de generar el fenómeno de cavitación dentro del aparato, es decir, de producir la niebla que el usuario aspirará directamente del ambiente o mediante una boquilla.

En un nebulizador ultrasónico, la potencia es fijada por el cristal cerámico y ésta depende del tipo de resonador con el que esté equipado el aparato. Tanto la potencia como la frecuencia determinan el tamaño de las partículas que se expidan en forma de vapor al exterior y lo más común es que trabajen a una frecuencia que va de 1Mhz a 3Mhz para generar partículas de 4 a 5 uM. Además del oscilador de potencia y del cristal cerámico, los ultrasónicos pueden contar con una membrana móvil, conocida como cámara de agua, en la que se coloca el líquido que será nebulizado. No todos los modelos cuentan con dicha membrana, por lo que la solución a nebulizar se coloca directamente sobre el cristal oscilador.

La función primordial de un nebulizador es administrar medicamentos recetados por vía inhalatoria de una forma amable y suave, por ello están equipados con una boquilla que debe facilitar la absorción para que el líquido salga de manera constante. El medicamento o la substancia a mezclar deberá vaciarse cuando el compresor esté apagado, una vez que ha sido colocada dicha substancia, es cuando se enciende el equipo, para esto hay que mantener en posición vertical el adminículo para que el líquido no se vierta. Una vez que el aparato esté en funcionamiento se conecta la boquilla al respiradero y el paciente puede comenzar a aspirar lentamente hasta que encuentre la absorción adecuada y no presente ningún tipo de molestias.

Es muy importante respetar las dosis recomendadas por el médico y tener ciertas precauciones con el uso del nebulizador que, por lo regular se apaga automáticamente cuando la marca del depósito de agua está por debajo del nivel mínimo. Sin embargo, en los modelos que no cuentan con cámara de agua es común que se exceda el tiempo de uso, pues se espera a que todo el líquido haya sido nebulizado antes de apagarlo, lo que provoca sobrecalentamiento y puede dañar el cristal cerámico en los nebulizadores ultrasónicos por trabajar en seco. Desconectar el equipo una vez finalizado su uso y hacerle una limpieza periódica, garantizará que funcione correctamente durante más tiempo y suministre la dosis adecuada de medicamento.

Si bien, el uso del nebulizador tiene fines médicos para administrar fármacos a personas con enfermedades respiratorias como asma o EPOC tanto en la fase de tratamiento, como por medida preventiva o de rescate cuando se presentan crisis respiratorias, también tiene aplicaciones en aromaterapia por lo que es bastante común que se encuentren estos aparatos en un spa. En estos casos, el equipo se pone en funcionamiento con concentrados de aromas para emplearlos en terapias con ejercicios de inhalación que activan y relajan el cuerpo.

En el catálogo de H2OTEK encontrarás nebulizadores de la más alta calidad con diferentes capacidades y para distintas aplicaciones. Contáctanos, con gusto te ayudaremos a elegir el que se adapte mejor a tus necesidades.

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