La piscina ideal para problemas de discapacidad.
Es bien sabido que la natación es una actividad muy importante para cualquier persona, es un ejercicio ideal para trabajar muchas partes del cuerpo como espalda, brazos, piernas, por mencionar algunos; además de que resulta ser una terapia relajante.
Actualmente en México, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en 19 de cada 100 hogares en nuestro país vive al menos una persona con discapacidad. Antes las actividades de las personas con capacidades diferentes no incluían la natación, pero ahora es diferente por el crecimiento de infraestructura y la construcción de piscinas.
Sin duda, la terapia acuática es muy importante para el desarrollo integral de los incapacitados. Investigaciones señalan que los beneficios son vitales para la fomentación en el despliegue de las personas especiales. Los ejercicios acuáticos en la alberca ayudarán a tener un desarrollo físico, emocional y afectivo; para muchas personas con estas condiciones, el tener contacto directo con el agua, significa una nueva sensación, descubren una actividad libre y confortable.
Por el hecho flotar en el agua, el peso corporal se ve reducido hasta en un 75%, por ello las personas minusválidas pueden moverse liberadamente, pasando por un momento a segundo término las sillas de ruedas, muletas y camas.
Tomando en cuenta a seres queridos que cuenten con una condición especial, es esencial la óptima construcción o adquisición de una piscina. Tener características como agarraderas o pasamanos seguros, un piso no muy resbaloso e incluso añadir aditamentos especiales como elevadores hidráulicos de acceso, elevadores portátiles, escaleras automáticas, entre otros.
Es probable que en un principio se presenten dificultades para las personas el meterse al agua, por eso debe de tener todo el apoyo. Paso a paso el individuo se tiene que acercar al agua, empezar a sentir el líquido, de esa forma se podrá empezar a tener un dominio del medio acuático.
Ya una vez con la suficiente confianza para meterse y zambullirse en la alberca, se pueden empezar a hacer ejercicios leves en el cuerpo de la persona, solo así poco a
poco se facilitarán los movimientos en el nuevo entorno. Asimismo es importante recalcarles la importancia de la seguridad al nadar y sumergirse; sería bueno hablarles de cuidados y recomendaciones que deben tener ellos mismos.
No está de más hacer una planeación de trabajo, en el cual incluyan horarios, ejercicios, tiempos de los mismos, dietas especiales, como grandes complementos del ejercicio de la natación. De esa manera se empezará a implementar una disciplina, y como consecuencia se podrán observar grandes avances y progresos en la rehabilitación física y mental de la persona con discapacidad.
La terapia acuática es una gran opción de rehabilitación, las propiedades del agua permiten el máximo aprovechamiento curativo, por medi
o de su hidrostática, temperatura, presión y composición. Los discapacitados físico-motores y psíquico-sensoriales tendrán una rehabilitación satisfactoria.
La piscina ideal es aquella que es perfectamente funcional y segura. Como complemento se recomienda instalar una protección extra alrededor, con agarraderas de buen material, para el apoyo óptimo. Solo los expertos en albercas sabrán proporcionar lo que se necesite, ya sean portátiles, fijas o hasta de construcción especial.