Existe algo que llamamos “huella ecológica”, la cual es un indicador del impacto de nuestras acciones en la tierra.
Acciones que nos parecen comunes y corrientes que se realizan en el día a día, pueden afectar gravemente nuestro entorno. Por fortuna, otras medidas tan simples como reciclar, crear compostas, utilizar filtros de agua y darnos duchas más cortas, pueden, sino disminuir, al menos no aumentar el daño que causamos en nuestro planeta.
En esta ocasión estaremos hablando de la importancia que tiene el agua en el hogar y cómo cuidarla. Otras acciones no enfocadas al agua no las estaremos tocando, por pura discriminación de temas. Esperamos que te gusten nuestros consejos y la información que te proveemos.
Te estarás preguntando cómo es que el agua afecta al planeta, si es parte natural de él. Pues bien, el obtener agua definitivamente requiere procesos de construcción de canales y otros medios para hacerla llegar hasta nosotros.
Estas construcciones, por supuesto, implican modificar el entorno de donde se establecen, así que ciertos hábitats naturales quedan destruidos o modificados, lo cual afecta a las plantas y a los animales endémicos. Incluso, una pequeña modificación puede hacer grandes cambios a la ecología.
Quitar el agua (de una laguna) a los animales silvestres, por crear algún tipo de tanque para suministrar agua al pueblo cercano, puede hacer que los animales tengan que migrar o, bien, que mueran. Hablamos directa y fuertemente para que el grado de importancia del agua se comprenda.
Por otro lado, si bien el agua es un recurso renovable, es limitado, lo cual significa que sí se puede volver a obtener de fuentes naturales, pero, en realidad, el proceso es tardado y por lo tanto, se puede terminar también de un momento a otro y tendríamos que esperar a que Tláloc, el dios de la lluvia, se apiade de nosotros.
Quizás por el momento no te preocupe, pero en algunos cientos de años (en realidad no es tanto… es una o dos vidas humanas muy longevas), la escasez de agua ya no sea problema, sino la eliminación completa de ella. ¿Eso es lo que queremos para nuestros nietos, bisnietos y tataranietos? ¿Qué dirán de la generación que no supo cuidarla? ¿De qué manera podremos redimirnos?
Por fortuna, hay maneras diversas de prevenir que esto suceda o al menos, retrasar el evento. En el hogar, sobre todo, es imperativo que se tomen ciertas medidas de cuidado del agua.
Evitar desperdiciar agua en la ducha. Prácticamente es el sitio donde más puedes ahorrar, ya que es el sitio donde más se desperdicia agua en el hogar. Las duchas no deben tardar más de 15-20 minutos.
Y, esto, es ya hablando en un máximo. Imagina cuánta agua estás tirando si, además, no cierras la llave cuando te estás lavando el cabello o enjabonando el cuerpo. Pareciera insignificante… pero si todas las personas hacen lo mismo, en realidad son millones de litros desperdiciados.
Utilizar filtros de agua. Ya hemos comentado previamente el efecto que hay de la obtención del agua para uso del hogar. Resulta que sólo un 20 % de toda el agua del mundo es dulce. Nosotros, como seres humanos vivientes, requerimos agua dulce para sobrevivir, ya que estamos compuestos por un 70 % de agua. El agua salada no nos cae bien al organismo.
Así que… toda el agua que consumes en garrafones tiene que ser procesada. La energía que se utiliza en una fábrica de agua potable, los desechos que se producen en ella, la misma agua utilizada para que funcionen las instalaciones, en fin, todo lo relativo, produce efectos negativos en el ambiente.
Una manera en que puedes evitar comprar tanta agua potable, es utilizar filtros de agua para aquella agua que sale directamente de tu grifo de agua. No te preocupes, el filtro es ultra potente y no tienes por qué dudar de su eficiencia. Te invitamos a que los conozcas. Busca en nuestra página todo lo relacionado a ellos. O bien, acércate directamente a nuestras sucursales.
Evitar desperdiciar agua en la cocina. La cocina también es un lugar donde se gasta muchísima agua. Intenta lavar los platos después de que ya los hayas enjabonado. Cierra la llave si no la utilizas. Mide tus porciones de agua en los platillos que realizas. Sobre todo, sé consciente de la cantidad de agua que estás usando para todo.
Utilizar agua reciclada. Nos referimos al agua de la lluvia y de la regadera cuando te duchas. Por ejemplo, puedes llenar cubetas de agua si tu ducha tarda en calentar, o bien, si llueve seguido. Puedes utilizar esta agua para lavar el patio y el coche, o bien, trapear las habitaciones, lavar ropa, en fin, cualquier cosa que se te ocurra, que no requiera la potabilidad para consumo del cuerpo. Sólo recuerda que el agua de lluvia a veces es ácida y podría manchar algunos textiles.
No dejes de hacer un esfuerzo constante y con empeño para reducir los daños al ambiente y la escasez de agua. Recuerda que en algún lugar del mundo hay alguien sin agua y que muy probablemente, también en un futuro podría tocarle a alguien de tu generación, sufrir las consecuencias. Si, por ejemplo, comienzas a practicarlos ahora que tus hijos son pequeños, ellos se acostumbrarán a hacerlo durante su vida y los hijos de tus hijos también. De hecho, son consejos sencillos, pero altamente efectivos. No te quita nada ponerlos en práctica y, al contrario, te regresa muchos beneficios.