Combatir el colesterol es de suma importancia debido a los altos porcentajes de mortandad que hay en nuestro país y en el mundo. Tan solo en México el 26.5% de los adultos poseen un colesterol elevado y el V informe de gobierno del 2011 develó en el primer semestre que un millón 180 mil 586 personas comenzaron con un tratamiento para enfermedades cardiovasculares (un aumento del 5% respecto al año 2010); en el mismo 2010 se registraron 170 mil 833 fallecimientos debidos a la obesidad y el sobrepeso. Estas enfermedades crecen de forma exponencial en México.
Los resultados que se perciben a la hora de acudir a un baño de vapor pueden ser muy beneficiosos ya que libera toxinas y la circulación sanguínea se ve impulsada de manera favorable. Puede ser tomada como parte de una terapia y obviamente como instrumento importante de higiene personal.
Además de la actividad física como el ejercicio, el vapor de agua recibido en una cabina o espacio cerrado como un sauna, es una gran opción complementaria para la reducción de toxinas, ya que esta emanación tendrá como función el abrir los poros de la piel y eliminarlas.
El calor intenso que pueda recibir el cuerpo humano a base de estas terapias es muy satisfactorio para el sistema cardiovascular. El incremento de la circulación es tal que se asemeja a cuando se va caminando rápidamente a modo de ejercicio y por lo tanto hay una eficiente respuesta a la producción de sudor que regula la temperatura somática (células corporales de los tejidos y órganos) del cuerpo, por lo tanto la quema de calorías es uniforme y segura. En un sauna no se quemarán calorías ya que el proceso de metabolismo no se involucra en estos tratamientos, pero sí se puede liberar cierto peso corporal.
Es significativo que este procedimiento sea tomado de forma global junto a una buena dieta y una sesión de ejercicio si se desea bajar la grasa que está demás, donde las sesiones sean de dos veces a la semana y no más de media hora cada sesión (recomendado). La temperatura debe de ir desde los 60 grados y hasta los 80 o 90 grados centígrados dependiendo de la tolerancia que se pueda soportar.
Hay que tener cuidado con las indicaciones que conllevan el emplear estas terapias, lo más importante es conservar una armonía con el cuerpo humano y saber las necesidades que requiere, el fruto y resultado óptimo son consecuencia de un apropiado uso de los productos y servicios de gran calidad que están a nuestro alcance.