Toda organización que requiera de evitar costosas multas por negligencia salubre, tiene que atenerse a reglas estrictas que atañen la salud y seguridad de sus trabajadores, desde los almacenistas hasta los oficinistas, sin excepción. Claro, es necesario tomar en cuenta que existen áreas más propensas a una limpieza profunda, así como a procesos sanitizantes relevantes en todo momento, sobre todo en áreas con altos niveles de estrés térmico y susceptibles a la contaminación, por la naturaleza de sus operaciones.
La higiene industrial se considera una ciencia de anticipación, reconocimiento, evaluación, comunicación y control de los factores ambientales estresantes en un entorno laboral, cuyo objetivo es precisamente evitar lesiones, enfermedades y otras cuestiones que sean potenciales afectadores del bienestar integral de las personas, independientemente de su puesto en la empresa.
En ese sentido, cualquier experto en higiene y sanitización industrial, debe trabajar muy bien a la par de gerentes y jefes de área, para encontrar las mejores soluciones a problemas de suciedad, contaminación y niveles de climatización en zonas cerradas. Independientemente del ente o persona encargada de las situaciones higiénicas de su empresa, es relevante entender el lenguaje de esas organizaciones encargadas, para realmente comprender y dimensionar profundamente los conceptos más importantes, para que los involucrados tomen los mejores cursos de acción para corrección e incluso, prevención de riesgos a la salud laboral, con seguridad cabal en todas las áreas empresariales.
Dentro de los procesos de higiene industrial, sanitización y uso de aparatos especiales, como nebulizadores, existen principios básicos que pueden ayudar a una mejor comprensión e incorporación de soluciones higiénicas efectivas, que en definitiva ayudan a una mejor gestión empresarial desde el rubro de la limpieza profunda y de seguridad.
A la higiene industrial también se le puede denominar como higiene ocupacional o laboral, donde la identificación de peligros es fundamental en todos sentidos, en la cual entra la planeación de acuerdo a las condiciones identificadas conforme a las revisiones mensuales, bimestrales, semestrales y anuales; es preponderante la identificación de esos factores para salvaguardar a trabajadores y civiles dentro de una organización.
Un excelente higienista industrial usa métodos científicos rigurosos para la evaluación y control de peligros potenciales en un entorno industrializado o comercial. Es el que determinará las mejores herramientas para proceder a la corrección o prevención de riesgos de seguridad y salubridad. En teoría, también tendrían la facultad para evaluar a fondo a cualquier empresa que no esté alineada a las reglas básicas de seguridad e higiene. Están capacitados para llenar hojas de registro en relación a los productos químicos usados para operaciones industriales, limpieza, sanitización, u otras actividades, con datos detallados de los componentes químicos que pudieran ser un riesgo para personas, así como para determinar cuáles son los ideales para continuar operando con ellos.
El higienista industrial después de identificar plenamente un peligro, deberá notificar al encargado de la empresa, para decidir el curso de acción más adecuado para esa situación específica. Entonces, todo lo que queda es decidir si ese peligro se controla o elimina por completo. Por ejemplo, al identificar un producto químico peligroso, se puede llegar a la conclusión de sustituirlo por uno de menos riesgo para colaboradores.
También determinará cuestiones relevantes en cuanto a la climatización y ventilación de lugares cerrados. Es decir, si el higienista con sus herramientas de medición y estudio, llega a la penosa conclusión de que un lugar está viciado y sucio por diversos factores, entonces se deben acatar todas sus pautas en cuanto a los caudales de ventilación que debe haber en el lugar, con elementos de extracción y procesos de sanitización con nebulizadores, que ayuden a controlar un entorno que suele sufrir de constante polución y suciedad.