La consciencia colectiva de un planeta menos contaminado, parece dar dos pasos adelante, pero a veces uno para atrás. Si bien algunas fuentes de polución ambiental extremadamente dañinos, como el trabajo con el carbón y otros procesos industrializados que representan un peligro para trabajadores y civiles, ha ido cambiando por actividades más sustentables, la realidad es que todavía se debe hacer mucho, y más para aminorar tales efectos, que solo generan un ambiente impuro y hasta gastos monetarios importantes.
No por nada, ya muchas empresas están adoptando el concepto de nebulización para sanitización empresarial en todos aspectos, o en la misma utilización de humidificadores, para cuidado de los trabajadores que laboran en áreas tan complicadas.
Ahora vamos a hablar de aquellas fuentes contaminantes que se derivan de la acción humana, como “las fuentes de área”. Estos prácticamente son aquellos focos de contaminación que a simple vista, pareciera que apenas representan una pequeña fracción de emisiones hacia la atmósfera, como constructoras, gasolineras, actividades agrícolas, tintorerías, imprentas, quema de leña, etc. Pero todas estas actividades y muchas más, forman cúmulos que en conjunto, proyectan emisiones de contaminación bastante significativas.
Se cree que es fundamental, que si cambian las prácticas empresariales de estos rubros o sectores, podría haber una disminución en los gases de efecto invernadero. Por ello, se exhorta al uso de otros dispositivos más eficientes, para cada una de estas pequeñas y medianas empresas, como utilización de tecnología Inverter, implementación de humidificadores y desecantes, dispositivos de purificación, entre otros que no representen un aumento sustancial en el uso de energía eléctrica.
Por otro lado, las fuentes contaminantes móviles, es una cuestión un tanto más complicada de cambiar, al menos en el corto o mediano plazo. Estos focos de polución son todos los vehículos o maquinaria motorizada, que emplean combustión fósil para su circulación. La evaporación de esos componentes, contribuyen enormemente al daño planetario. Más aún, son focos de contaminación que afectan directamente a las personas en grandes ciudades, ya sea en la calle o en las mismas casas, porque invariablemente todas esas partículas se mezclan con otras antes mencionadas, sin tomar en cuenta a las partículas generadas en la misma casa o lugares cerrados, incidiendo directamente en la salud del ser humano.
Es esencial que para tratar de mitigar o evitar lo más que se pueda esta situación en la misma casa o empresa, se tenga una limpieza cabal de los espacios cerrados, donde pudiera postrarse polvo y polución ambiental derivados de esas fuentes. Uso de humidificadores y nebulizadores, ayudan a propiciar un ambiente más respirable.
A todo esto hay que añadir de forma obligatoria, todas las emisiones contaminantes naturales que provienen de forma natural, como incendios forestales (sin intervención humana), actividad volcánica, erosión eólica (algunos casos) y la emisión de gas radón desde el subsuelo. Este último se forma naturalmente cuando el uranio, torio o radio se descomponen en la misma tierra e incluso en aguas subterráneas. Respirarlo en grandes cantidades o de manera constante, se corre el riesgo de un daño serio en las vías respiratorias e incluso, modificar el ADN.
Todo este conglomerado de emisiones, rodea la salud física y mental de las personas. Por ello siempre se enfatizará la importancia de la higiene y limpieza desde el mismo hogar, con uso de sistemas que ayuden a crear ambientes respirables. Esto toma más relevancia en el campo laboral e industrial, donde una eventual polución interna, puede conllevar afecciones serias generalizadas para un grupo entero de personas. Las empresas tienen que estar plenamente conscientes de ello, y empezar a usar dispositivos beneficiosos para un entorno empresarial, como humidificadores, ionizadores y sistemas de nebulización.