Uso indiscriminado de productos de limpieza alteran el organismo humano
Uno de los males al momento de sanitizar o aplicar una limpieza profunda en el hogar o lugar de trabajo, es tener que lidiar con productos químicos de dudosa procedencia, y hasta incluso, los expertos en limpieza profesional, llegan a cometer el error de diseminar agentes desinfectantes muy dañinos.
Algunos productos pueden tener etiquetas con especificaciones del contenido en el sanitizante, pero cuando aplicamos los agentes, si se notan irritaciones súbitas en las personas alrededor, pues claramente el producto etiquetado resulta un tanto engañoso. Esto sucede mayormente por distribuidores que no cuidan la calidad de lo producido, y al no haber un inspector para garantizar la calidad, entonces el producto se vende sin ningún problema, y, aunque resulte más barato que otros agentes desinfectantes, la verdad es que los daños serán más sustanciosos para personas sensibles.
Si bien es cierto que los cañones nebulizadores, humidificadores, generadores de vapor, entre otros, son perfectos para la sanitización de espacios abiertos y cerrados, también cuando se trata de limpieza profunda, es preponderante planear y ejecutar los procesos de desinfección con productos limpiadores de calidad. Un desinfectante demasiado corrosivo o inadecuado para ciertos lugares, podría ser perjudicial para personas, e incluso para el mismo equipo de limpieza, afectando sus partes. Por ejemplo, en la mayoría de los humidificadores, siempre se recomienda usar agua libre de durezas o mineralización, porque podría dañar ciertos componentes del sistema, y no sería muy adecuado para dispersar en algunos ambientes, sobre todo donde hay niños y personas de la tercera edad.
En general, los nebulizadores industriales o caseros, sirven para la pulverización de contaminantes, muy esenciales en entornos industrializados o donde hay mucha afluencia de gente. Pero cuando se trate de sanitización, los agentes químicos de calidad podrían ser los aliados ideales, dependiendo de la naturaleza de estos mismos.
Asimismo, uno de los problemas, es que, a diferencia de otros productos, como cosméticos y similares, que son bien estudiados por la ciencia, la verdad es que los productos de limpieza no son tan examinados a profundidad. Por ello, existen diversos estudios que alertan sobre el peligro inherente al usar indiscriminadamente algunos productos desinfectantes, los cuales suelen ser muy utilizados a nivel doméstico y comercial.
Limpiadores antibacteriales. Uno de los temas más usados al publicitar o comercializar los agentes desinfectantes, es la explotación al temor a los gérmenes y microorganismos dañinos a la salud humana. Hace mucho sentido y es normal, porque después de todo, son tópicos de salud pública, que invariablemente enlaza las pasadas, actuales y futuras pandemias como coronavirus, influenzas, entre muchas otras. Lo que no informan, son las posibles consecuencias por la higiene excesiva, casi enfermiza, lo que podría llevar a una resistencia bacteriana por parte de microorganismos, e incluso, una alteración en las funciones orgánicas del cuerpo humano, como el de la misma flora intestinal; estos problemas han sido corroborados a lo largo del tiempo por especialistas médicos y microbiólogos.
En específico, se habla de una sustancia bactericida, negativamente capaz de alentar a la proliferación de bacterias resistentes. El cloruro de benzalconio ha estado bajo la mira de investigadores, que han descubierto que al emplearlo para la limpieza doméstica o comercial, resulta contraproducente, al menos en ese tópico. Este mismo componente puede ser hallado en productos de belleza y hasta en la desinfección de artículos quirúrgicos. Asimismo, dichas investigaciones y sus resultados, exhortan a no usar esa sustancia excesivamente, ni mucho menos diseminarla por el ambiente, ya que otros organismos pudieran resultar afectados por su alta toxicidad.
Siempre será mejor utilizar productos neutros, que, con ayuda de nebulizadores, purificadores de aire y humidificadores, podría ser la combinación ideal para combatir las bacterias y gérmenes en entornos domésticos, comerciales o industrializados; todo a través de la correcta sanitización.