Humidificador para equilibrio de humedad en zonas de resguardo de cigarros cubanos
Quizás lo más complicado en el almacenamiento de puros habanos, a escalas grandes, sea mantener una humedad balanceada en todos los estantes e incluso, humidores personales para los cigarros. Para lograr eso, tal vez lo mejor sea adoptar un humidificador que permee en todo un almacén o bodega para estos objetos tan preciados, cuidando claro, que la misma humedad no sea un problema a largo plazo. Todo se trata de mantener un equilibrio con aparatos eficientes.
En los puros habanos de rápido consumo no hay tanto problema, incluso se puede ser algo flexible con los parámetros de humedad y temperatura. Pero cuando se busca el añejamiento de los mismos, a un plazo más largo, entonces sí, la forma de almacenamiento es preponderante. Eso invariablemente, viene con una implicación de mantener condiciones térmicas y de humedad en estado balanceado, para evitar que los cigarros se sequen demasiado, o por otro lado, que no se vayan a percibir demasiada humedad.
El almacenado correcto cuando se empiezan a acumular las colecciones de cigarros habanos, radica en la forma como se guardan. Esto se logra sabiendo los componentes principales con los que está hecho un habano: tabaco y agua. He ahí la importancia de mantener la humedad correcta al guardar tan preciados tesoros. Si la saturación atmosférica del lugar es alta, al igual que la humedad del humidor donde se guarden, entonces la probabilidad de aparición de moho se incrementa considerablemente. Por otro lado, si la sequedad es un factor circundante, entonces los cigarros se secarán, provocando grietas en las envolturas.
El nivel de humedad adecuado irá en función de la colección de puros, con sus marcas y fabricantes. Pero el cigarro cubano en general, deberá resguardarse bajo un rango de humedad relativa que no baje del 65%, y que no supere el 72%.
Almacenamiento de cigarros a corto plazo y uso de humidificadores ambientales para habanos
¡Nunca refrigere sus cigarros cubanos!
Sobre todo, cuando está seguro que no se convertirá en un coleccionista de estos productos, pero le gusta recibir de regalo o comprarlos usted mismo, para así degustarlos cuando tenga oportunidad. Incluso no es preponderante comprar un humidor o cajita de humedad para el tabaco cubano. Sin embargo, no se recomienda descuidarlos bajo ningún motivo, porque con las fluctuaciones climáticas inadecuadas, estos se echarán a perder, siquiera antes de que usted pueda darles una buena fumada.
En el guardado de puros habanos a corto plazo, generalmente solo se requieren tres componentes: bolsas de plástico sellables, bolsas de humedad, y el clásico tupperware. ¡Ojo! A pesar de las costumbres, se aconseja jamás almacenar los habanos en el refrigerador o nevera, puesto que este ambiente, desecará aún más el tabaco, y éste, estará más susceptible a adoptar otros aromas propios del refrigerador, alterando su olor y sabor.
Lo mejor siempre será, al guardar estos objetos valiosos a corto e incluso mediano y largo plazo, el uso de humidificadores ambientales, tratando que estos mecanismos homogenicen el área de almacenado en general.
Separación y rotación de cigarros cubanos
Esta es otra problemática para el coleccionista, porque obviamente dispone de varios tipos y marcas de cigarros. Generalmente y a pesar de que los habanos estén bien cuidados con su humedad adecuada, se corre el riesgo de que al mantenerlos juntos en un mismo estante o humidor, se mezclen aromas y sabores, afectando la degustación final.
A final de cuentas, es decisión de cada coleccionista, pero tampoco se trata de hacer gastos innecesarios al tratar de adquirir decenas de recipientes con humedad controlada. Simple y llanamente, con separaciones de cedro, u otros métodos, sería suficiente para mantener unificado el aroma y sabor de cada puro.
Además del inherente cuidado en la manipulación y guardado del cigarro cubano, también se debería tener en cuenta la rotación de los cigarros, ya que incluso con buenos humidores, la humedad podría ser desbalanceada, es decir, en algunas zonas no habrá tanta como en otras –por ello, se enfatiza el uso del humidificador ambiental–, pero en estos casos, la rotación de puros habanos podría ser la diferencia, y hacerlo cada dos o tres meses, intercalándolos de abajo hacia arriba, y viceversa. Hay que asegurar la correcta distribución de la humedad en dichas colecciones.
