El polvo del Sahara es un rico cóctel de bacterias y microbios beneficioso para el ecosistema planetario, donde es capaz de fertilizar tierras que son muy áridas o que suelen tener infertilidad. Tierras en el norte del país se han visto beneficiadas por este especial e inusual fenómeno natural. Por otro lado y de acuerdo a especialistas, esto resulta perjudicial para todas las personas que lo lleguen a aspirar directamente, y más a aquellas con problemas respiratorios crónicos.
Esto se agrava porque el tamaño de las partículas son prácticamente respirables; miden entre 2.5 y 10 micras. Esto representa un gran problema porque en el peor de los casos, el polvo con todo este coctel microbiano, es fundamentalmente capaz de adherirse a los alveolos pulmonares, en caso del material oo partículas más pequeñas.
Sistemas de humidificación, deshumidificadores, aire acondicionado, extractores, purificadores de aire, nebulizadores, entre otros, se vuelven mecanismos de climatización fundamentales para evitar este tipo de partículas y otras más que andan sueltas en la atmósfera.
Desde el año pasado, la gran masa de polvo abarcó hasta el sur de México e incluso llegó a algunas regiones caribeñas. Por lo tanto, se prevé de nueva cuenta su llegada, como cada año. Las autoridades proyectan que el polvo africano aterrizará primordialmente en estados del sudeste mexicano, como Yucatán, Quintana Roo y Campeche. Aunque después es probable que se desplace hacia el Golfo de México, en las costas tabasqueñas, veracruzanas y tamaulipecas.
El fenómeno al empatar con las temporadas de monzones en el hemisferio norte del planeta, invariablemente desprenderá masas de aire caliente y seco, con saturaciones de polvo y aerosoles, fundamentalmente peligrosos para el sistema respiratorio del humano.
Si bien se prevé que las concentraciones de dichas partículas serán leves, sin llegar a afectar significativamente la calidad del aire respirable, aun así es posible que represente un problema para los sensibles de sus vías respiratorias. Se recomienda tomar varias medidas, como purificación del aire y constante limpieza, además de usos de extractores y ventilación, así como dispositivos deshumidificadores y de nebulización.
Otras recomendaciones básicas ante el polvo sahariano:
Mantenerse en casa u oficina en caso de que haya presencia de este fenómeno y otros similares, que suelen ocurrir en el desierto del norte mexicano. En la medida de lo posible, hay que evitar la exposición, y si por alguna razón, se llega a infiltrar en interiores, entonces tal vez sea hora de usar elementos extractivos, así como deshumidificadores, y hasta nebulizadores para eliminación de partículas.
Es preponderante proteger a los más susceptibles a enfermedades, como los que sufren de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica o EPOC; esta condición suele ser más delicada que la misma asma, ya que es progresiva y muy poco reversible. Asimismo, hay que cuidar a embarazadas, niños y personas de la tercera edad. Para ello, quizás lo mejor sea usar protectores faciales o mascarillas.
La misma OMS ha sido muy enfática con respecto a este fenómeno, exhibiendo su peligrosidad debido a toda la mezcla que trae consigo, como esporas, mercurio, hierro, bacterias, virus y hasta pesticidas. Como se mencionó, muchos de estos elementos son muy beneficiosos para los ecosistemas, pero no tan bueno para el humano al estar expuesto directamente. En ese sentido, si de repente hay una sensación de malestar en mucosas de ojos, nariz y garganta, entonces habrá que lavar esas partes con abundante agua potable.
Muchas de las crisis asmáticas y alergias repentinas, se pueden atribuir precisamente a la exposición de este fenómeno del polvo del Sahara u otros similares, burlando un diagnóstico médico normal en estas personas sensibles. En entornos de trabajo así como en el mismo hogar, es fundamental contar con adecuados sistemas de climatización que purifiquen un ambiente de manera constante. Deshumidificadores y nebulizadores podría ser un buen principio.