Hoy en día, tener agua caliente a cualquier hora del día se ha convertido en una necesidad, tanto en el hogar como en comercios e industrias, por lo que los calentadores son indispensables y se requiere tenerlos funcionando adecuadamente para que sigan garantizándonos el servicio de agua caliente sin ningún problema. El mantenimiento adecuado es la única forma de asegurarnos de que el calentador seguirá funcionando correctamente, por lo que hoy en el blog de H2OTEK les contaremos cómo hay que darle mantenimiento.
Antes que nada, queremos destacar que la correcta instalación del calentador es clave para un uso adecuado, pues se requiere que se encuentre en un lugar ventilado, cerca de la fuente de gas, o del panel solar si es un calentador que usa la energía natural del sol; también se puede colocar un pequeño techo en la parte superior del boiler para evitar que le dé el sol y la lluvia directamente, pues estos pueden provocar la aparición de óxido.
Una vez que tenemos bien instalado el calentador, se recomienda limpiarlo con regularidad, puede ser cada seis meses o antes, dependiendo de las necesidades de cada boiler; si notamos que aparece un color diferente, que sale mal olor o que comienza a acumularse sarro en el calentador, llegará la hora obligada de darle una limpieza, pues puede comenzar a perder su eficiencia. Cuando esto sucede notamos que el calentador dura mucho tiempo encendido y que el agua caliente dura menos, o que no calienta al mismo grado que antes; en muchas ocasiones también notamos que el consumo de gas aumenta, pues es necesario dejar que el boiler se caliente más tiempo para obtener el agua caliente deseada, siendo que el mantenimiento es la solución más sencilla y económica para devolverle su funcionalidad y eficacia.
La limpieza de los calentadores debe realizarse periódicamente, dependiendo del modelo, fuente de agua y tipo de calentamiento, pues la limpieza previene la formación de depósitos de minerales; antes de limpiar el calentador se recomienda apagar la fuente de energía, es decir apagarlo si es eléctrico o cerrar la llave de gas. Del mismo modo se debe cerrar el termostato para que no pase gas ni corriente eléctrica para mayor seguridad.
El calentador suele tener una válvula para drenar el agua acumulada, por lo que se recomienda abrirla y permitir que se descargue el agua acumulada, que podemos recoger con cubetas para darle uso en el jardín o en los baños; no se recomienda el uso de esta agua para regar flores delicadas ni para lavar el automóvil porque tiene sedimentos que pueden dañarlos. Se recomienda apagar el calentador al menos una noche antes de la limpieza para que el agua se enfríe completamente, ya que al drenar el agua del calentador con agua caliente podríamos quemarnos o dañar la manguera o cubetas que utilicemos para recoger el agua del boiler; del mismo modo se recomienda abrir los grifos de agua caliente de lavabos y bañeras para que no se forme un vacío en las tuberías al drenar el calentador.
También se debe abrir la válvula limitadora de presión que se ubica en la parte superior del calentador, con el fin de que el agua acumulada fluya con libertad, pero lentamente, pues el flujo rápido puede remover el sedimento y provocando que el proceso sea más tardado.
Al comenzar a drenar el agua se recomienda revisar la que queda asentada para detectar la presencia de sedimentos o arena y seguir drenándola hasta que salga clara; en este momento cerraremos la válvula de presión y la llave del drenaje y retiraremos la manguera o la cubeta con la que recogimos el agua; también cerraremos los grifos de lavabos y bañeras.
Ya que vaciamos el tanque, se debe abrir nuevamente el suministro de agua para que se llene y abrir la válvula limitadora de presión para eliminar el exceso de aire, con lo que evitaremos que el calentador produzca un sonido metálico cuando se le vuelva a dar su uso normal. La electricidad o gas se abrirá nuevamente hasta que el tanque se llene por completo para que el dispositivo de calentamiento no se dañe, y podremos volver a encender el calentador con normalidad.
Los calentadores requieren de limpieza para eliminar los sedimentos acumulados, evitando que se llene de residuos y comience a fallar; si no hemos dado mantenimiento en más de dos años o si el calentador comienza a fallar, lo más recomendable es llamar al plomero para que detecte la problemática que causa la pérdida de eficiencia de nuestro boiler, incluso también este profesional puede encargarse del mantenimiento si nos da miedo cometer un error.
Cuidar adecuadamente el boiler incrementa su vida útil, manteniéndolo igual de eficaz que cuando estaba nuevo, por lo que podremos evitar la compra de un calentador nuevo, pero también podemos ahorrar en gas o en electricidad, ya que funcionará adecuadamente sin tener que pasar encendido por mucho tiempo.
En caso de que el calentador tenga sedimentos adheridos, se debe cepillar la parte inferior del calentador, lo que puede evitarse con una revisión y limpieza periódica; si el calentador comienza a proporcionar agua menos caliente a pesar del mantenimiento, tal vez sea necesario el cambio de piezas o ajustes en el termostato, y solo ser necesario su reemplazo en caso de que se presente óxido.
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