La calidad de aire interior excepcional, solo se logra con un sistemático control, y una gestión adecuada de los procesos de desinfección, preferiblemente automatizados y bien esparcidos a lo largo de naves industriales y laboratorios.
¿Por qué es importante mantener una buena calidad de aire interior en espacios confinados y concurridos? Pues básicamente por la polución de exteriores, que incide igualmente en edificios, sobre todo aquellos que no cuentan con excelente ventilación natural y mecánica. La circulación del aire es clave en ese aspecto, pero también los procesos de sanitización, a través de limpieza normal y uso de nebulizadores para purificación ambiental. Porque después de todo, los contaminantes biológicos y químicos pululan en todo tipo de ambientes, y más en los industrializados y los mismos laboratorios. En ese sentido, el mantenimiento en sistemas de aire acondicionado, también es fundamental en todos sentidos.
Por ejemplo, el control en la prevención de legionela en instalaciones de laboratorios y similares, es primordial. Se tratan de procesos específicos y fundamentales, en la limpieza profunda y sanitización en torres de refrigeración, depósitos de agua tanto fría como caliente, puntos de conexión y en la misma estructura del aire acondicionado, y todo lo relacionado con el ACS, incluyendo equipos, componentes y desde luego, las tuberías.
Este tipo de procedimientos para prevención de legionela a través de desinfección y nebulización, toma más relevancia cuando están implicados servicios destinados a muchas personas, sobre todo en hoteles y lugares turísticos, como albercas, spas, sistemas de riego en jardines, entre otras instalaciones similares.
El control microbiológico y fisicoquímico del agua sanitaria y circuitos de refrigeración son esenciales, con chequeos constantes en todas las instalaciones de laboratorios, naves industriales y destinos turísticos. Eso se logra con una excelente nebulización.
Sanitización en sistemas de climatización
Incluyendo los mismos nebulizadores, purificadores o generadores de neblina. Estos procesos deben atenerse a las normas pertinentes, tratando de que la misma acción de sanitizar, no choque con la certificación de la calidad de aire interior, debido a intereses u otras cuestiones.
Las inspecciones deben ser en todas las secciones del aire acondicionado, incluyendo tuberías. Sobre todo, abarcando puntos críticos, como entradas para impulsión de caudales de aire, y las mismas rejillas de salida.
En ambientes industriales o de laboratorios, el chequeo sistemático de humidificadores, desecantes y los mismos mecanismos de nebulización, son esenciales, y más cuando se tratan de equipos manuales. Es posible que algunos modelos automatizados, tengan la facultad de autolimpiarse, pero aún así, lo mejor es que el técnico especializado los cheque, sobre todo aquellos sistemas que estén conectados de manera directa a la climatización central.
Dentro de la bioseguridad ambiental, el muestreo de calidad de aire y todos sus parámetros, es fundamental para las comprobaciones higiénicas del oxígeno respirable. Para ello, es probable que se deban hacer exámenes de todo tipo en la nave industrial o laboratorios, como las pruebas gravimétricas, microbiológicas, visuales, estado del aire acondicionado y anexos, entre otros puntos relevantes en torno al aire puro y la nebulización industrial, con sus conductos y difusores.
La limpieza y sanitización por medio de nebulizadores es el método más eficiente para zonas industriales y espacios públicos
También para los mismos laboratorios que precisan de limpieza profunda de forma periódica. La nebulización es una de las mejores, sino que la mejor, para la reducción de microorganismos en cualquier entorno transitado. Esto es porque cuentan con los métodos de aplicación más seguros, y además que son energéticamente eficientes.
Todo se resumirá en adoptar sistemas y equipos especializados, como los cañones nebulizadores, cuya tecnología permite un amplio rango o espectro de aplicación para la desinfección. Estos procesos de higienización han mostrado ser muy efectivos ante situaciones pandémicas, como el SARS-CoV-2 –covid– y también dentro de la misma influenza estacionaria.
Además, la versatilidad de esta tecnología, permite alcanzar espacios muy complicados de limpiar, puntos que pueden ser focos de contaminación viral y biológica.