Baño de Vapor
Quizá lo primero que se nos viene a la mente cuando pensamos en el baño de vapor sea la imagen de esas grandes casas con saunas lujosas con personas en finas batas de seda. Sin embargo, esto no tiene que ser visto como un lujo, al contrario, es una práctica ancestral que ya realizaban nuestros antepasados en temazcales (del náhuatl temazcalli que significa casa de vapor o templo de vapor) o los turcos (hammam en árabe) siglos atrás. ¿Por qué si es una práctica ancestral se sigue realizando en nuestros días? La respuesta es en realidad bastante sencilla: por todos los beneficios que representa para la salud, tomar un baño de este tipo.
Desde épocas antiguas las personas identificaron las propiedades benéficas del agua para el cuerpo humano y desarrollaron técnicas terapéuticas, basadas precisamente en el uso del agua. Este conocimiento pasó de generación en generación y prevalece hasta nuestros días e incluso es aplicado de manera profesional por fisioterapeutas en el tratamiento de diferentes tipos de padecimientos que afectan al cuerpo. Bien, los baños de vapor, en este sentido aportan los beneficios del uso de agua y del calor en el tratamiento de diferentes padecimientos y son altamente recomendados con fines estéticos, terapéuticos y relajantes.
El baño de vapor desintoxica y purifica nuestro cuerpo, pues la alta temperatura de la sala promueve la sudoración, además el calor mejora la circulación y ayuda a fortalecer el sistema circulatorio en general. Por todas las propiedades del agua caliente en vapor, un baño de este tipo no únicamente aporta una higiene superficial del cuerpo, sino también una limpieza interna que genera una sensación de bienestar general causando un impacto en nuestra salud y aspecto. Todo lo anterior puede tener una influencia positiva en nuestro estado de ánimo, por lo que los baños de vapor se han convertido en un método de limpieza integral y profunda.
El baño de vapor tiene el poder de transformar una tez seca en una más joven y radiante, ya que devuelve el grado de humedad ideal a la epidermis. Además, por efecto del calor y la humedad, los poros se abren y liberan las toxinas, creando el efecto de una exfoliación natural en toda la piel, no únicamente en el rostro. El calor también relaja nuestros músculos y tiene un efecto analgésico, además de reducir la tensión en articulaciones, por lo que muchos deportistas y bailarines optan por una sesión de vapor al concluir su jornada de actividades y para cualquier persona le cae muy bien después de una sesión de ejercicio intenso, sobre todo para prevenir lesiones.
Los baños de vapor se pueden complementar por medio de aceites que ayudan a tonificar, curar y desinfectar. Se recomienda que se usen aceites basados en plantas naturales como el romero o la lavanda. Estos aceites ayudarán a combatir ciertos males comunes como la gripe común, pues tienen propiedades expectorantes que despejan las vías respiratorias y eliminan la sensación de congestión. El uso de aceites naturales también puede aportar efectos positivos para la salud de la piel y el cabello, y son útiles para alcanzar la relajación si se complementa con técnicas de respiración.
Si bien, son muchos los beneficios de tomar un baño de vapor, se deben seguir ciertas recomendaciones previas. La principal de ellas es consultar a un médico para que nos indique si es recomendable que nos bañemos con vapor o si existe alguna contraindicación médica, lo que puede ocurrir en caso de que tengamos problemas de artritis, reumatismo, problemas de hipertensión o si recientemente nos hemos sometido a algún proceso quirúrgico. Otra precaución que debemos tener antes de tomar el baño es no consumir bebidas alcohólicas ni haber ingerido muchos alimentos, pues por el efecto del calor podríamos sufrir malestares y poner en riesgo nuestra seguridad y salud. Asimismo se recomienda que tanto antes de entrar al baño como una vez que salgamos, tomemos suficientes líquidos para evitar deshidratarnos.
Sabemos que aunque a todos nos encantaría tener un baño de vapor en nuestro hogar, por lo regular es bastante complicado y tenemos que recurrir al servicio de spas en clubes, centros deportivos o en establecimientos especializados, por lo que tenemos que seguir ciertas medidas de higiene. Es muy recomendable que antes de entrar al vapor nos demos una ducha rápida para evitar llevar bacterias al lugar, utilizar una toalla personal y usar sandalias dentro del cuarto de vapor también es necesario, esto para prevenir contagios de infecciones sobretodo cutáneas.
Durante el baño vas a sudar en exceso y sentirás cambios en tu cuerpo, esto es algo completamente normal y puede tomar algunos minutos acostumbrarse. Sin embargo, si te sientes deshidratado, tienes demasiado calor o presentas mareos, es probable que tengas que abandonar el baño para tu seguridad. Por lo regular lleva un tiempo acostumbrarse a esta práctica y es bastante común el error que cometen muchas personas de quedarse durante periodos prolongados de tiempo dentro del baño la primera vez que asisten, esto puede ocasionar varios problemas por lo que te recomendamos que la primera vez que lo hagas pases un máximo de 20 minutos dentro del vapor. Al finalizar date una ducha para sellar los poros y sentir los beneficios del calor en tu cuerpo.
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