Son varias las formas en que puede proporcionarse calor a las instalaciones comerciales e industriales: hornos de biomasa, calderas, entre otros. En esta publicación, hablaremos sobre un método muy efectivo, pero que no es tan conocido. Nos referimos a usar un calefactor infrarrojo, un sistema basado en la emisión de calor por medio de radiación. Consideramos que vale la pena su adquisición, pero, antes de ello, deben conocer los siguientes aspectos sobre este producto de nuestro catálogo.
Funcionamiento
El término infrarrojos les resultará muy sofisticado y, de hecho, lo es, aunque es una tecnología con muchos años en el mercado. Como mencionamos, su funcionamiento se basa en la emisión de rayos infrarrojos. Si sabe usar esta tecnología, puede lograrse la eficiencia energética en cualquier negocio. Los rayos son emitidos por el equipo y chocan con muros.
Al rebotar, se calientan tanto las personas como los elementos de la instalación y se genera una agradable sensación térmica. Cabe añadir que ocurren también muy leves efectos de convección, no obstante, en comparación con las tecnologías basadas en la convección, el calefactor infrarrojo no calienta el aire, sino la materia de la instalación.
Instalación
Su instalación es sencilla e, incluso, estética. Para poner en marcha a los calentadores industriales infrarrojos, tan solo deben anclarse los paneles emisores de radiación en los muros o techos de la estancia, aunque lo recomendable es colocarlos en el techo. Pueden instalarse tanto exteriores como interiores y, en ambos casos, se necesita suministro eléctrico. Existen también ejemplares portátiles, que no necesitan instalarse, además son de bajo peso y gran capacidad, al grado de poder calentar almacenes.
Otra ventaja relacionada con la estética es el diseño de los paneles que emiten radiación de onda larga. En lugar de usarlos solo como elementos radiadores, funcionan muy bien como elementos decorativos.
Tipos de onda
Deben saber que el funcionamiento de la calefacción infrarroja no es perjudicial para la salud. Aunque hay diferencias entre los tipos de longitud de onda: corta y larga. Las radiaciones de onda larga se calientan de manera progresiva y consumen poca energía. Los equipos que la utilizan suelen instalarse para calentar de forma repartida en la estancia y suelen tener excelentes diseños. También debe dimensionarse adecuadamente el sistema, para que las épocas más frías no supongan una traba para él.
Por otra parte, las radiaciones de onda corta emiten luz, llegan a temperaturas más elevadas y, especialmente, se usan en los entornos industriales y para solucionar necesidades de calefacción instantánea, por ejemplo, en terrazas de bares. En estos casos, el calor es más directo, además lo que más proporciona sensación de calor es la exposición directa al foco del equipo.
Algunos se preguntan sobre los riesgos para la salud. No se recomienda exponerse demasiado tiempo a las radiaciones de onda corta, debido a su mayor capacidad de penetración en la piel, lo que puede acelerar el envejecimiento cutáneo, pero no tiene consecuencias adversas ni directas para la salud. Además, debido a que no produce alta convección, no reseca las vías respiratorias.
Calor, consumo y eficiencia
En este aspecto, no parece que haya un consenso. Los fabricantes del calefactor infrarrojo de onda corta defienden este sistema, argumentando que son hasta un 50% más asequibles que los equipos convencionales. Para que el sistema sea el correcto, es importante dimensionar adecuadamente. Los errores en el dimensionamiento pueden derivar en dificultades para la distribución del calor.
Los equipos con cronotermostato se regulan para que dejen de funcionar cuando la instalación llegue a la temperatura requerida, lo que los vuelve sistemas programables que regulan su funcionamiento con base en la temperatura del sitio. Por otra parte, los equipos de onda corta necesitan más intensidad, por tal motivo, su consumo es mayor que los sistemas de onda larga. Es importante señalar que, si los equipos de onda corta son instalados en techos a una altura mayor a tres metros, el calor no se distribuirá de manera efectiva en la instalación.
En resumen, la calefacción mediante radiaciones infrarrojas debe dimensionarse para cada una de las características de los sitios donde se usarán. De esta manera, se logrará una distribución uniforme y se producirá una sensación térmica grata. También posee aplicaciones para exterior, con equipos de onda corta. Los equipos de onda larga tienen bajo consumo, no obstante, requiere tiempo para calentar las estancias o no son convenientes para estancias muy grandes. ¿Cuál de ellos se ajusta a sus necesidades?
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