Controlar la humedad y temperatura por medio de humidificadores y deshumidificadores
¿Usted sabía que el bochorno excesivo puede llevar a un eventual golpe de calor? Pareciera ser que un simple bochorno no es de mucha atención, pero de hecho, de no atenderse, podría desencadenar una serie de eventos desafortunados para nuestro organismo, no por nada también es llamado sofoco o calor súbito, una sensación por demás desagradable.
Si no lo atendemos apropiadamente, llevará a un golpe de calor, y sabemos que tales golpes son capaces dañar órganos importantes, como riñones, corazón, cerebro, incluso puede ocasionar el fallecimiento.
Este tipo de condición tiene que ver con la sensación térmica, un término que implican los fenómenos de la temperatura y humedad, pero que va más allá de las simples lecturas de los termómetros o la higrometría (medición de saturación atmosférica), es decir, que envuelven otros aspectos adyacentes o con implicaciones ramificadas, como la temperatura seca y radiante, así como la humedad relativa, el flujo del aire, e incluso, los índices metabólicos de cada persona y la ropa que lleva puesta.
Así que ya sabes, si te da el clásico bochorno, es posible que una parte importante que influya es la generación de calor corporal, aunado a ropa con cierto tipo y densidad de tela, con la humedad relativa en el ambiente y la temperatura que otorga el aire acondicionado o calefacción; he ahí la importancia de controlar la humedad y temperatura en el hogar y oficina.
Tenemos que cuidar los síntomas del clásico bochorno, porque es natural que nuestro cuerpo tenga la necesidad de eliminar el calor corporal, y eso nunca va a pasar si la temperatura de cualquier habitación o cubículo de oficina es más alta que la que poseemos corporalmente, de ahí se origina una evaporación. Estos factores pueden variar dependiendo de la región donde estemos, con su clima en cuestión, por ejemplo, en las playas, es más probable que aparezca esa sensación de calor súbito, debido a los altos índices de calor y humedad relativa alta.
Es por ello que en estas zonas, se aconseja que en las casas o departamentos, siempre haya por lo menos uno o dos sistemas de aire acondicionado, con características envolventes, como lo es el Mini Split Inverter. Incluso un sistema por ductos no sería mala idea, redes que lleguen a todas y cada una de las habitaciones de un hogar, tal como lo tienen en los hoteles. Otra alternativa, es el uso de humidificadores y deshumidificadores, para mantener un control idóneo de la saturación, con respecto a la temperatura que arroje la climatización.
Puntos clave para evitar el bochorno y la utilidad de los humidificadores y deshumidificadores para el control de la humedad y temperatura
1.- Cuando estés en exteriores, evita estar en constante contacto con los rayos del sol, porque su incidencia es obvia sobre la temperatura corporal. Asimismo, si es posible, evita entrar a lugares con un aire acondicionado muy intenso, porque los cambios bruscos de temperatura no son nada buenos.
2.- La indumentaria es un factor muy importante en la manera que disipa el calor corporal excesivo de nuestro sistema. Por ello, se recomienda usar ropa ligera y que posea la capacidad de transpirar el sudor efectivamente; el algodón posee propiedades frescas, que el cuerpo agradecerá.
3.- Control de humedad y temperatura. Definitivamente esto favorecerá la sensación térmica de todos los miembros habitantes en una casa o lugar de trabajo. En ese sentido, es necesario contar con un higrómetro o medidor de humedad, para que dosifique de manera manual o automática los niveles de saturación atmosférica por medio del humidificador y deshumidificador.
4.- Si hay mujeres embarazadas en el hogar, es trascendental tener la posibilidad de controlar la saturación por medio de deshumidificadores o desecantes, ya que son muy propensas a los cambios súbitos de temperatura. Asismismo, un aire acondicionado de calidad es imperativo, que no solo arroje aire a un punto, sino que sea capaz de modificar homogéneamente un espacio determinado.
- Tomar al menos 2 litros de agua al día, aunque no se tenga sed.