Bienvenidos sean a una nueva entrada de este blog a todos nuestros lectores, en esta ocasión les hablaremos sobre las calderas, siendo más preciso sobre su desarrollo y evolución a través de la historia. Les invitamos a que contacten con nuestro personal de atención si están interesados en adquirir una caldera de calidad a un excelente precio. Sin más preámbulos, ¡Comencemos!
La evolución de las calderas se vincula directamente con la llamada Revolución Industrial, sobre todo a finales del siglo XIX. En aquella época, en la que las invenciones se sucedían de manera encadenada y cada día daban lugar para nuevos productos, surgió la primera máquina de vapor diseñada por James Watt, un ingeniero escocés. Este no partió desde cero, pues a inicios del siglo pasado el físico Denis Papin ya había elaborado una máquina que podía almacenar agua, calentarla así como producir vapor. La llamada “Marmita” contaba con capacidad de almacenamiento para hasta 150 litros de agua y disponía de una válvula que regulaba la presión del vapor del líquido. Cabe añadir que las ollas a presión se derivan de esa invención.
En el comienzo de la industria británica en ese momento, el vapor se usó para el desplazamiento de maquinarias de gran tamaño en las fábricas, asimismo, permitió el traslado de materias primas necesarias, y la exportación de productos mediante ferrocarriles y barcos impulsados con vapor, a ello siguió el transporte de personas, así como la calefacción de los hogares en las zonas urbanas.
Quizá el mayor exponente del comienzo del uso de la caldera de vapor doméstico, se encuentra en Nueva York; la famosa imagen que sale en muchas películas, de un humo blanco saliendo de las alcantarillas, se relaciona con el uso del vapor para el calentamiento de los edificios. En otras construcciones de primera mitad del siglo XX se implementaron algunas que incluso aún son conservadas, en ellas las tuberías transportaban hasta las viviendas el agua caliente y era repartida a través de los radiadores de hierro, con la característica de que mientras haya una distancia mayor de la caldera, el agua era menos caliente. Esto es algo que actualmente sigue ocurriendo en muchos sistemas comunitarios de calentamiento de agua.
El desarrollo hacia la caldera de gas fue un cambio sustancial, tanto para los entornos urbanos como para los rurales; esa nueva tecnología de calentamiento, en la denominada caldera atmosférica, estaba basada en una serie de quemadores suministrados con gas, que calentaban serpentín por la que el agua circulaba hasta alcanzar los 90ºC. De esta manera, las bombonas de butano lograr su auge en los 60’s y 70’s, suministrando a las poblaciones que no paraban de crecer.
Ahora bien, el calificativo de “atmosférica” de la caldera incluía una dificultad, a saber, que donde se daba la combustión tenía contacto con el aire. Esto provocaba que el monóxido de carbono pasara al sitio donde se instalaba. Otro inconveniente de esos sistemas era su efectividad energética reducida, que oscilaba entre el 75% en comparación con las usadas hoy en día. Para poner solución a estas deficiencias surgió la caldera estancada, llamada de tal manera debido a que el área de combustión estaba aislada del exterior, mejorando con ello su rendimiento a un 10% en comparación con las atmosféricas. La particularidad de esta caldera es que requiere una entrada de aire y una salida de los gases, a través de tubos que fungen como chimenea.
Ahora bien, la caldera de gas sufrió otra innovación con el surgimiento de la caldera de condensación, a la que añadió un segundo serpentín donde el líquido se precalienta mediante los gases provenientes de la combustión. El vapor alcanza a 15°C a este segundo serpentín y es condensado, elevando al agua hasta los 70ºC. Este precalentamiento requiere de menos combustible para el calentamiento del agua, asimismo, el líquido resultante de la condensación se evacúa por el desagüe. La caldera de condensación distribuye el calor mediante radiadores o suelo radiante, con el inconveniente de que su instalación es más cara que las anteriores. Sin embargo esto se compensa pues a larga reduce las facturas de gas. Por su excelente eficiencia energética y su menor impacto ecológico, la caldera de condensación es la única que se puede confeccionar actualmente.
Existen otros tipos de caldera, que como las atmosféricas o estancas, se han quedado por el camino. Por ejemplo, las de tiro forzado y las de bajo Nox, tampoco se fabrican actualmente. Por otro lado, en las viviendas unifamiliares es frecuente el uso de la caldera de gasóleo y en las urbes grandes el butano ha sido reemplazado por el gas natural.
La electricidad es asimismo un recurso común en la producción de calor doméstico, aunque la propia economía familiar lleva a muchas de éstas a elegir otras alternativas más económicas pese a que cada vez están más equiparados los precios. El porvenir parece dirigir a la caldera hacia modalidades más novedosas y ecológica, de modo que las normativas actuales exigen algunos requisitos de diseño ecológico en la fabricación de calderas. Para unos años se espera contar ya con un mercado renovado con ofertas competitivas de calderas de calor geotérmico o biomasa, así como aerotérmica.
La modernización de los dispositivos domésticos está ya en marcha, y en varias urbes se tiene planeado cambiar las calderas viejas por modelos más avanzados. La meta es continuar avances en eficiencia, permitiendo que las familias dispongan de un sistema calentador más económico y compatible con el entorno. Desde la caldera de vapor antigua hasta las más novedosas, estas han acompañado a la humanidad para fines tanto domésticos como industriales; el reto actual es conservar habitable nuestro principal hogar, a saber, la Tierra.
Esperamos que esta publicación haya sido amena así como útil para ustedes, estimados lectores, por ahora debemos darla por concluida no sin antes invitarles a que se pongan al contacto con nuestra firma, H2OTEK si necesitan el respaldo de expertos en todo lo relativo a la venta e instalación de calderas. Somos por mucho la mejor opción. Manténganse al tanto de nuestras publicaciones. ¡Gracias por visitarnos!