Los peligros del ruido excesivo
Es bien sabido que en las fábricas se llevan a cabo procesos industriales, y estos procesos generan mucho ruido que generan molestia en el personal, llegando incluso a dificultar la comunicación. El ruido puede ocasionar una ineficiencia en el trabajo, produciendo tensión y afectando la concentración, que con el tiempo se pueden ir transformando en enfermedades crónicas auditivas.
En estadísticas de la INEGI del 2010, plasma en sus datos que el 12.1% de la población padece discapacidad auditiva, de las cuales la cuarta parte las sufre a causa de enfermedades. Además un 9% de la población total padece sordera por motivos de accidente.
En la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección Ambiental en el Capítulo VIII, queda estipulado que las autoridades federales o locales, según su esfera de competencia, adoptarán las medidas pertinentes para impedir que se sobrepasen los límites de contaminación auditiva y de otros tipos, en su caso, se aplicarán las sanciones correspondientes.
Es recomendable que el área de producción de una determinada empresa cuente con aparatos que no generen contaminación auditiva que perjudique a los trabajadores y a los procesos. Por ejemplo, un buen ventilador industrial que satisfaga las necesidades de aire fresco pero al mismo tiempo que no propague mucho ruido, siempre será un elemento ideal para cualquier empresa.
La exposición momentánea a un ruido desmesurado puede llegar a suscitar una pérdida temporal de la audición, que dure hasta días; si ese mismo ruido se prolonga en largos periodos, entonces la pérdida de la audición permanente es casi un hecho. Es importante tratar de diagnosticar esto, ya que muchas veces el trabajador no se da cuenta que está perdiendo el sentido auditivo.
Hay que recordar que un ruido irritante se debe al volumen y frecuencia, es decir, cuando un dispositivo para ventilación genera un ruido por encima de los 60 decibelios puede resultar algo molesto y raramente provocaría un peligro mayor porque no es mucho el sonido que despide, sin embargo cuando esos decibeles son muy frecuentes, el ruido del ventilador se tornará peligroso para los empleados de la fábrica.
