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Proceso de cultivo de árboles bonsái

4 agosto, 2016

La importancia de controlar la humedad y temperatura en cultivos interiores:

En la actualidad, la necesidad o deseo por cultivar nuestras propias plantas para nuestro hogar ha ido cobrando más relevancia. Es de mucha importancia entender que si bien el proceso de crecimiento y mantenimiento de una planta por lo regular es fácil, hay factores como temperatura y humedad que debemos de tener en cuenta para que no se venga nuestro cultivo abajo, y más aún con aquellos que son un poco más complicados, como los árboles bonsái.

Algunas de las características del buen bonsái es que el desarrollo de sus hojas debe ser con frondosidad, que tenga la habilidad de sustentarse y que su corteza sea de buen grosor y sus ramas vigorosas. Además es de considerar elegir una buena planta que sea endémica del lugar donde habitamos, para que haya menos inconvenientes o factores climatológicos.

Uno de los métodos más comunes de siembra es por semilla, y es por excelencia uno de los mejores procesos de cultivo, ya que a pesar de tomar más tiempo que otros métodos, podemos tener más control en el desarrollo de la planta. Las semillas a usar pueden ser recolectadas o adquiridas en un vivero, y si se requiere guardar las semillas, lo mejor sería hacerlo en un lugar con sombra y fresco, por lo que se podría adaptar un sistema de ventilación y humidificador para su óptima conservación.

Los expertos aseguran que la mejor época para el cultivo es entre el otoño y la primavera, para que echen los primeros brotes. Como contenedor podemos emplear una maceta o una sencilla caja de madera, es esencial asegurarse que los hoyos de los contenedores sean bien tapados y asegurados, de preferencia que sean cubiertos con alguna red de textura porosa, posteriormente se tendrá que añadir tierra normal hasta un cuarto del envase y después rellenarla con tierra fina hasta casi llenar la maceta.

Enseguida hay que colocar las semillas y que éstas tengan tres centímetros de separación entre sí, cubiertas con la tierra fina; tener cuidado de no hundirlas demasiado, cuando mucho un centímetro por debajo de la tierra fina. Se va a requerir un recipiente más grande que la maceta utilizada, porque el cultivo se va a sumergir al mismo nivel de la tierra existente en la maceta, pero antes hay que hacer el riego fino en la superficie de la tierra, tratando siempre de llegar hasta el fondo.

Es preponderante que cuando ya empiece a mostrar brotes de germinado, se necesitará ubicar el retoño de bonsái a la luz solar. Es fácil darse cuenta cuando necesite un nuevo riego por la sequedad evidente de la tierra en la superficie de la maceta; asimismo el fertilizante se aplicará solo si las semillas han cumplido como mínimo tres meses en el proceso.

En las fases formativas y de consolidación del bonsái, es fundamental el óptimo control, de la temperatura, humedad, ventilación y luz solar. Esta planta debe ser receptora de mucho sol, así como aire fresco, y es que muchos de los nutrientes provienen de estos elementos y abastecerán de manera adecuada a los cultivos. Esta asimilación es fundamental y sin duda la recepción de la brisa fresca es fundamental para los brotes.

Los climas lluviosos son una gran opción para los bonsái, sobre todo si se combina con la tierra adecuada, por ejemplo la tierra rojiza retiene muy bien las condiciones húmedas, pero las livianas o lisas son propensas a desecarse muy rápido, ya que son buenos en su drenado, por ello la utilización de un dispositivo humidificador puede ser una gran idea.

Es trascendental que el proceso de crecimiento de nuestros bonsáis no tenga problema alguno, ya que una humedad y temperatura inadecuada podrían llegar a convertirse en elementos que provoquen el éxito o el fracaso en nuestro pequeño proyecto.

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